quien los mando llamar
¿sería el éter?
¿sería la mar?
¿o sería el dios?
mas de eso no se
como no se de mi
ni del no ni del si
solo la gracia de mis ojos
cual testigos de la escena
vislumbra su jugar ingenuo
entre risas y lamentos
solo la mística de mi alma
cual inquebrantable juez
presiente su corazon que ama
sin preguntas ni razones
todavía me cuestiono
¿serán lo mejor de este mundo,
o de este mundo, lo único bueno?